El 8 de julio de 1990, se llevó acabó la final mundial de fútbol de la copa mundial, en el Estadio Olímpico de Roma, Italia, entre la selección alemana y la argentina. Horas antes de festejar el encuentro, en las Termas de Carcalla, se atestiguo un suceso único e inolvidable. Los tres tenores de ópera más cotizados en la historia: José Carreras, Plácido Domingo y Luciano Pavarotti, con el acompañamiento del director de orquesta, Zubin Mehta, al frente de un conjunto de músicos conformado por más de 180 personas, venidos de la Ópera de Roma y de la Maggio Musicale Fiorentino, formaron parte del primer concierto que sería conocido como el de “Los Tres Tenores”.
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26 años después, Plácido Domingo volvería al escenario para formar parte una vez más de este suceso, pero ya no como un tenor, sino como director de orquesta, encargado ahora de guiar a una nueva generación de cantantes italianos de ópera pop, conocidos como “Il Volo”, con la labor de rendir tributo a la famosa tercia de los más importantes cantantes de ópera en el mundo, en una “noche mágica” de un concierto intimo, celebrado en la Basílica de la Santa Cruz de Florencia.
